Provocandote

Esa vez fui al departamento de su primo y lo encontré solo. Solo había pasado por ahí a retirar un encargo para unos amigos, la excusa perfecta para verlo a el y devorar su presencia con mis ojos y así archivarlos para mi propia fantasía sexual.
Salio a atenderme descalzo y muy amablemente me invito a tomar una gaseosa. Me sirvió un exprimido mientras me comentaba sobre un nuevo proyecto del laburo y bla bla bla, yo solo lo escuchaba y jugaba con el sorbete de mi naranjada mientras planeaba el segundo paso de mi estratégico plan.
-Que bueno!.. Quiero ver tu compu.
-Dale, pasa q te muestro todo lo que le puse.
Caminaba detrás de el. No podía evitar mirar su cuello detenidamente, y cuando se sentó en la PC quede embobada con su oreja derecha… rosadita… la quería morder.
-Traéte ese banquito así te muestro unos videos que me baje.
-Na, deja q me quedo acá nomás, gracias.
Y me pare a su lado, semiagachada, apoyada sobre su hombro. Vimos algunos videos..
-Uy… me canse… a ver.. dejáme…
Me senté sobre sus piernas ante su mirada atónita “a ver si así me deja de tratar como si fuera la hermanita de su mejor amigo”.
-Te molesta q me haya sentado así?
Mi lado bestial me brotaba y no podía contenerme, a medida q me volteaba a verlo iba separando las piernas, y mirandolo con cara de inocente me daba vuelta otra vez y me recostaba sobre su pecho.
-Hace calor…
Estaba nervioso y podía sentir como se aceleraba su corazón y luchaba por salircele del pecho… y le temblaban las piernas. No puedo explicar como esto aumentaba mi nivel de perversión y así lleve mis manos hacia su cabeza y le acaricie el pelo… sentí el calor de sus orejas rosadas… de su cuello. Me incorpore y volví a voltearme lentamente… el levantaba sus hermosas cejas pobladas y solo me miraba sin reaccionar, y así despacito me aproxime y devore sus labios en cámara lenta, jugando con mi lengua en cada rincón de su boca… y el aun sin reaccionar del todo solo me miraba y emitía ruiditos de placer contenido entre los dientes y en todo su cuerpo tenso. Finalmente sentí sus manos sobre mis hombros… sus manos ardientes… se deslizaban por mi espalda como brasas q me hicieron reaccionar… mas salvaje… mas loca por poseerlo y, sin apartar mis labios de su boca me puse de pie entre sus piernas… inclinándome levemente y sosteniéndome de ellas comencé a lamer su cuello rosado y acalorado, sabroso… lo chupaba, lo mordía, lo llenaba de marcas… y el solo gemía. Afuera se oscureció de repente y el sol había quedado cubierto por las nubes… adentro la oscuridad nos daba el clima perfecto, el quería tocarme… y yo le sostenía las manos a los lados inmovilizándolo… mientras mi boca jugaba en su cuerpo hacia abajo, por su cuello, su pecho… mas abajo… sobre su cinturón, y mi victima indefensa solo podía gozar, entregada por completo a ese placer extremo q mis labios le entregaban a su piel. Podía sentir entonces, las venas de sus muñecas en mis manos… tensándose, desabroche sus pantalones y comencé a jugar con mi nariz en su vientre... con pequeños piquitos ruidosos y pinchosos q le erizaban la piel, lo miraba con mirada perversa… y el respiraba agitado con sus ojos en los míos, parecía q intentaba entender q me había pasado desde la ultima vez q me vio... tan timida, en si creo q no se creía nada de esto.
Empecé a jugar con “el” y mi lengua, lo saque del aprisionamiento de su ropa interior… bese “su” frente y toda su extensión a lo largo, jugando con golpecitos en mi lengua y sus dos bases llenas y en mis labios… recorriendo su larga extensión hasta la “cien”… q suavemente deslice por mi boca una y otra vez. Hasta el momento el estaba en silencio emitiendo cortos gemidos, pero con esto su voz se levanto grave y poderosa, y acariciaba mis cabellos mientras me miraba a los ojos. Recorrí todo su cuerpo para encontrarme de nuevo con sus labios y besarlos… los devore con hambre y pasión, mientras mis piernas envolvian las suyas a los lados y mi cuerpo se ubicaba sobre el. Solo jugué con el sin dejarlo penetrarme… deslizandome sobre el y sintiendo entre mis piernas toda su endurecida extremidad erecta… esto lo enloqueció…
-por favor…
Se desato la tormenta y el viento fuerte azotaba los árboles y todo lo que había a su paso. Me sostuvo fuerte y me beso con pasión extrema mientras levantaba mi cuerpo y lo llevaba hacia la cama, empecé a forcejear con el entre risas perversas, no lo dejaba tocarme ni ubicarse sobre mi, en un momento de una patada lo arroje de la cama y verlo en el piso me provoco una carcajada mortal, q altero todo su comportamiento, y en un segundo ya lo tenia sobre mi, sosteniendo mis brazos en mi espalda, inmovilizada de cara contra el colchón… su aliento en mi espalda y sus manos desgarrando mi camiseta… su riza era mas perversa q la mía y yo forcejeaba con el en vano, ya que la fuerza de mi perversión no podía ganarle jamás a la fuerza de su hambre masculina, y deslizando la mano bajo mi falda se ubico entre mis piernas, deslizando su miembro de gran volumen y a punto de reventar entre ellas, volvió a emitir una carcajada entre dientes y entro fuerte en mi y en la angosta cavidad q tenia a su disposición, una y otra vez mientras besaba mi espalda y mi cuello, sus manos se movían furiosas en mis senos… y yo inmóvil… solo podía gemir y gritar ante el tamaño de su virtud q se abría paso hacia donde nadie había llegado… gemía, me retorcía, pero no podía ejercer mi voluntad sobre el, ya que el estaba sobre todo, sobre mi, abriéndose paso entre mis rincones una y otra vez en movimientos desenfrenados, besando mis pechos, apretando mi cuello, penetrándome salvajemente… y finalmente explotando dentro de mi entre gritos y gemidos.
La tormenta termino y nosotros también, rendidos, exhaustos… el sobre mi, agotado sobre mis pechos, y yo… con la oscura tranquilidad de haber logrado provocar en el todas mis fantasías.